miércoles, 5 de diciembre de 2012

Gobernando con el principio de la individualidad


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Gobernando con el principio de la individualidad

El principio de la individualidad nos enseña que todos los hombres somos creados por Dios como seres únicos y distintos. Cada uno de nosotros tiene una existencia bien definida con talentos y habilidades únicos que nos hacen especial ante los demás.
Efesios 1: 11 dice que hemos sido ”predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad”.
Los expertos de la ciencia también nos confirman que somos seres únicos en la tierra. Dios nos creó con un diseño único para cumplir su propósito.
Somos únicos en nuestro aspecto exterior, pues, tenemos características físicas especiales que nos hacen únicos ante los demás, como las huellas digitales, tono de voz y el patrón nervioso interior del ojo.
De igual manera, somos únicos en nuestro aspecto interior. Nuestras características internas como nuestros pensamientos, opiniones, emociones y actitudes nunca son iguales a los de otro.
Las Escrituras también nos enseña que el Soberano Creador trata a cada uno de sus hijos de manera personal, a cada cual lo llama por su nombre. Eso quiere decir que El no colectiviza su creación. Cada uno es diferente y tiene propósito específico en la vida.
Pero, así como somos seres únicos, individualmente diferente a los demás, la verdad es también que somos parte de un cuerpo humano universal.
Pablo, el Apóstol, nos dice su epístola a los Romanos 12: 4-5: ”porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros”.
Es decir, cada uno es un miembro diferente a los demás, pero al mismo tiempo es parte de un cuerpo en general. Y eso nos hace responsable de nuestras acciones ante los demás. Por tal razón debemos respetar la vida, la libertad, y la propiedad de nuestros semejantes.
Asimilar el principio de la individualidad es tan importante para la buena vida en sociedad, porque esto afecta áreas como la familia, la economía, la educación y el gobierno.
Por ejemplo, en la familia un padre no puede tratar a sus hijos por igual, deberá respetar la individualidad de cada uno de ellos con sus características y necesidades únicas.
En la educación, el maestro no podrá responsabilizar de la mala acción de uno de sus estudiantes castigando a todo el salón. Esta injusticia podría provocar la rebelión y el resentimiento de los demás.
En el gobierno, con uno que elimine las leyes u ordenanzas económicas que nos tratan a todos por igual, favorecería a la creación de mayores riquezas, pues de honrar la creatividad y la habilidad de cada uno de los peruanos (que es reconocido en el mundo entero) de hacer negocios, habría mayor prosperidad nacional. Pero, esto no puede ser posible con más leyes y reglamentos igualitarios, que obstaculizan la libre empresa, fortalece la burocracia, y crea cada vez más impuestos. Este tipo de gobierno apaga el entusiasmo y creatividad de cualquier individuo emprendedor y lo obliga a emigrar a otros países con leyes más justas y de mayores oportunidades.
Vale la pena recalcar que un buen modelo de gobierno libre, es uno que reconoce en sus ciudadanos características únicas, talentos y creatividad propia con los cuales aportar en la construcción de una sociedad con mayor calidad de vida.
Desde esta perspectiva de la individualidad, el estado debe existir para servir al hombre y no el hombre al estado. La función del estado es proteger la vida, libertad y propiedad.
Hay gobiernos que dicen defender la igualdad entre los hombres. Planifican la economía de sus ciudadanos para ser repartidos a todos por igual, pero vemos luego que ellos como la única élite de poder sí gozan de privilegios, riquezas y prosperidad material mayores que todos, contradiciendo así sus propios principios de igualdad.
Cada hombre con sus talentos y habilidades, debe disponer de la libertad de cuánta riqueza quiere crear. Y esto dependerá sin duda alguna, de su mayor diligencia, creatividad y responsabilidad personal. El proverbio bíblico dice que ”el hombre diligente delante de los reyes estará, más el perezoso vendrá a la pobreza” (parafraseado por mí).
Los nuevos gobiernos que están próximos a asumir, deben asegurarse gobernar con los mejores principios como la individualidad. No deben de gobernar con ideas socialistas o comunistas de colectivismo y de dictadura que tanto daño ha causado al país.
Gobernar con el consentimiento de los gobernados es una forma de buen gobierno dentro de nuestra república constitucional descentralizada y democrática.
Por Jorge Arévalo

martes, 4 de diciembre de 2012

DIOS Y LA POLITICA


 El pastor y la política
El Reverendo JOHN WITHERSPOON
El Reverendo Witherspoon, estaba directa e indirectamente envuelto en política. El tipifica el Liderazgo Colonial, el cuál disciplinaba literalmente la nación. El reverendo sirvió como ministro, fue Presidente de la Universidad de Pricenton, firmó la Declaración de la Independencia y participó de más de 100 comites del Congreso durante la lucha por la independencia.
    Mientras fue presidente de la Universidad de Princeton, entrenó, no sólo a ministros, sino a muchos líderes en todas las áreas. Se sabe que un hombre que fue a estudiar teología a esa universidad; fue impactado tanto por los principios bíblicos en la legislación del gobierno, que llegó a ser el jefe de los arquitectos de la Constitución y  el cuarto Presidente de los Estados Unidos, su nombre: James Madison: el entrenamiento de Witherspoon lo capacitó para lograrlo.
                         Witherspoon también entrenó a:

                 1.    1 vice presidente;
                 2.    10 miembros del gabinete;
                 3.      3 jueces de la Suprema Corte
                 4.    12 gobernadores
                 5.    60 congresantes (21 senadores; 39 diputados);
                 6.     Ademas de muchos otros miembros de la Convención Constitucional y muchos otros representantes políticos a nivel estatal. 

    L a pregunta no es si los cristianos deben participar en la política, la pregunta es ¿Comó deben participar?

    Entiendace que la política es una ciencia (ciencias política) y al igual que la medicina no es mala. De la misma manera  que hay malos medicos hay malos políticos, cuando Jesucristo mora en nuestros corazones somos mejores medicos, mejores políticos mejores ciudadanos etc.
El Rev. Malaquías Navas García
Director y Fundador de la Escuela Bíblica de Gobierno