EMPRENDIMIENTO
CON PROPÓSITO
Hoy quiero
acotar algunas ideas acerca de emprender, de emprendedores y emprendimientos,
hoy una palabra muy común y muy importante por cierto para economías emergentes
en el mundo, debo aclarar que solo es mi punto de vista desde la palabra de
Dios, y como ley motiv de este blog
respeto y animo a compartir aquellas que no estén de acuerdo por este medio.
Comencemos por
definir que es emprendedor o emprendimiento, Un emprendedor es una persona que
inicia, diseña y planea un nuevo negocio, una persona con capacidad y deseo de
organizar un negocio junto a sus respectivos riesgos; podemos encontrar por
supuesto variedad de emprendedores desde los que lo hacen en el campo social, informático
o intraemprendedores (Wikipedia)
Podemos
encontrar mucha información en internet desde como emprender , que no hacer,
inclusive hay algunos que nos dan características que deben tener los
emprendedores, tales como enfoque, energía, mente elástica(disposición al
cambio),empeño, trabajo en equipo, innovación
entre otras(Felipe Gómez Arbeláez, revista Dinero, seis claves para el
emprendimiento)
Pero mi punto de
vista no tiene ve ver con ese punto de vista que maneja el mundo de las
finanzas o de los coaching hoy tan de
moda, o de los bancos y demás expertos, más bien quisiera apuntar a la Visión Bíblica
del tema.
En primer lugar
quisiera acotar que la definición de éxito según Dios no es el de aquella
persona que emprende de la nada un negocio apoyado con herramientas en
finanzas, liderazgo y estrategias de marketing, (rara vez dinero) y vence
quijotescamente las dificultades propias de un mercado salvaje, y que logra
posición de fama y dinero a la vez que es amigo del ambiente, no me mal
entiendan todos estos componentes son necesarios e importantes pero olvidamos
algo clave en esta receta, un ingrediente fundamental y decisivo.
Empecemos por
decir que cada ser humano es único e irrepetible, no hay dos personas
idénticas, y que cada persona tiene un propósito, una razón de ser de existir
en este mundo y si tú que estás leyendo compartes mi fe sabemos que es Dios tu
creador y por lo tanto Él es el único que pudo otorgarte o darte este Proposito
desde antes que nacieras, eso mismo determino el lugar donde naciste, la
familia que te vio nacer, tus características físicas, dones talentos e inclusive
tus experiencia dolorosas o felices, en fin todo tu ser esta determinado para
ayudarte a cumplir ese propósito y si no compartes mi fe, revisa en todo lo que
existe a tu alrededor existe con un motivo, nada en el universo existe solo
porque si, para decorar, por error o por “nada en el universo y tu mi amigo no
eres la excepción.
Porque es tan
importante conocer tu propósito? Porque el determina la Visión, el objetivo,
la/las meta/s a lograr a lo largo de tu existencia en esta tierra.
Es tan
importante que una vez identifiques ese Proposito, este te dará el enfoque, la pasión,
determinación y convicción por emprender una misión, dicho de otra manera si no
te conectas a tu Visión de vida todos los emprendimientos que comiences serán
muchísimo más duros porque carecerán de estas características.
Aunque no suene
relevante, es por este desconocimiento del propósito y visión , que muchas
personas hoy día se alegran de llegue el día viernes y se horrorizan porque
tienen que ir a trabajar el día lunes, porque no tienen ese motor llamado
pasión por lo que hacen, trabajan en cosas que no les gusta, sin interés, sin
convicción y con mucha monotonía en el trabajo en ocasiones, todo porque
“toca”, porque es “lo que hay”, porque debemos pagar arriendo, transporte,
colegios, salud…por sobrevivir…
No estamos
diseñados para sobrevivir, para trabajar de 8 am a 5 pm de lunes a sábado, nacimos para hacer
lo que nos gusta, en lo que somos buenos, en lo que podemos crecer y aportar al
mundo nuestros dones y talentos, no debemos renunciar a nuestro ADN único para
ser arropados por un sistema que nos obliga a ser iguales, que estandariza y
homologa, que quieres que vayas a estudiar en el colegio, universidad, que
trabajes y te pensiones para poder vivir “tranquilo”, pero no es así es por eso
que el espíritu humano “emprende” proyectos, pero lo hacemos sin entendernos
primero como únicos y diferentes. ¿Qué pasaría, si primero identificáramos
nuestros dones y talentos, valores, experiencia, contexto, gustos y en base a
eso “emprendiéramos” nuestra vida y no la de otro? , tal vez y solo tal vez
encontraríamos menos personas “exitosas” empresarialmente, famosas socialmente,
pero con un gran vacío en su espíritu, con familias destruidas y sin conocer la
felicidad. La biblia nos dice que el “éxito” es hacer la voluntad de Dios, o
para los que no creen en Dios, es hacer para lo cual fuiste diseñado.
Permíteme esta metáfora,
Hay muchos Ferraris diseñados para correr, con la aerodinámica correcta, resistencia
única, frenos únicos, estabilidad y agarre en las curvas, todo para correr! pero están ocupados cargando
bultos de papa o yuca o cargando mercancía para la cual no fueron diseñados y
terminan con el tiempo dañando su máquina, preguntándose porque fracasaron, que
no hicieron bien, pero también hay otros
que tienen gran carrocería, gran platón de carga, grandes amortiguadores y
llantas inmensas con un motor de gran capacidad de carga, pero se siguen
presentando en el autódromo de su ciudad para correr sin resultado alguno.
Tal vez la
efectividad y eficiencia en muchos emprendimientos tengan que ver con esto del
propósito y visión de vida, tal vez no fracasarían 7 de cada 10 emprendimientos
en Colombia antes del 4to año(23%, Cámara de Comercio de Bogotá) y tal vez
además del índice de ganancia, utilidades, riesgos, encuestas, liquidez,
liderazgo, coaching, mercadeo, marcas, estadísticas , tendencias entre otros
valga la pena retomar como base el propósito personal, debemos preguntarnos
primero ¿para qué nací, en que soy bueno?, antes de ¿qué negocio debo iniciar,
tal vez deberíamos escuchar a Dios.
Comencemos por
conocernos, tal vez la respuesta no estén afuera sino adentro, pregúntate: ¿En
que soy bueno y efectivo?, ¿qué me gusta hacer, que es lo que haría gratis
incluso?,¿en que soy bueno según otras personas?, aunque hay más preguntas por
hacer comencemos por estas 3.
Definitivamente
necesitamos emprendimientos con propósito, no por mercadeo o tendencias,
siempre habrá necesidades por cubrir, problemas por resolver, asegúrate que tu
emprendimiento lo haga, esa debe ser tu principal motivación, una vez sepas
cuál es tu propósito, capacítate y que la pasión y convicción te lleve a buen
puerto.
Recordemos las
palabras de Jesús en la Cruz, ejemplo de saber su propósito, a que había venido
y eso le dio el enfoque necesario en las horas más difíciles de su misión, “para esto vine, no para ser servido sino
para servir y para dar mi vida en rescate de muchos” Mt 20:28
Aprendamos de Jesús,
el mayor emprendedor que ha existido sobre esta tierra, el comenzó de adentro
hacia afuera, su motivación fue servir, no ser millonario, su Proposito lo tuvo
claro y no se desenfoco, y nos dejó dicho en su palabra, mayores cosas que las
que he hecho uds “harán” Jn 14:12
Si construimos,
si emprendemos bajo este fundamento, todo lo demás (técnicas, planificación, inversión,
mercadeo, contabilidad, etc.) dará los
resultados y ganancias esperadas en la nueva empresa no solo en términos financieros
sino en términos de bienestar social, familiar en los emprendedores con mayor
compromiso, pasión, ética y gozo por lo que hacemos.
Capacitemos pues
a las personas para que se reconozcan primero, para que su búsqueda sea
introspectiva, para que busquen dentro lo que ya puso Dios, para que crean
primero en sí mismos, para que entendamos que nuestro futuro no está adelante
ni atrás sino dentro de nosotros.
En un siguiente artículo
hablaremos del otro extremo del emprendimiento, el de volverse “muy espiritual”
y no capacitarse, arriesgarse, esforzarse ni accionar en dirección a su
proposito.
Alejandro Rico